
Los emprendedores sociales innovadores: una fuerza transformadora. Everyone a changemaker… un sueño alcanzable (María Zapata)
- ¿Quién ha logrado que más de un millón y medio de brasileños tengan ac- ceso a energía, y que esto se declare como un derecho universal en Brasil?
- ¿Quién ha conseguido que más de 400.000 niños puedan “practicar” la empatía en su clase, reduciendo drásticamente las tasas de bullying y mejorando su desempeño académico?
- ¿Quién ha logrado reducir la tasa de reincidencia carcelaria del 60 al 10%?
- ¿Quién ha conseguido que más de 40.000 estudiantes al año puedan experimentar qué significa ser un em- prendedor, montando sus propias cooperativas y trabajando en proyectos en su comunidad?
- ¿Han pensado alguna vez quién es el departamento de I+D+I de los gobiernos? Todos sabemos que no es posible crear soluciones que funcionen de ver- dad trabajando lejos del problema; nadie será capaz de formular estrategias eficaces desde sus despachos. Muchos gobiernos alrededor del mundo se están aprovechando ya del trabajo de personas que proponen so- luciones, demuestran que funcionan a pequeña escala, y están dispuestos a compartir esos logros y conocimientos para que cada vez se beneficien de ellos más gente.
Pero, ¿quiénes son esas personas? Muchos de ellos son Emprendedores Sociales de Ashoka alrededor del mundo.
Y, ¿qué son los Emprendedores Sociales? Son personas que tienen las características que típicamente se asocian a los emprendedores de negocio (visión, creatividad, compromiso, determinación, etc.), pero dirigen toda su capacidad a resolver los problemas más críticos de la sociedad, para implementar soluciones innovadoras que dan respuestas eficaces a estos problemas.
El emprendedor social no usa el beneficio económico como la medida más significativa de su éxito, lo que le mueve es el impacto social. ¿A cuántas personas ha conseguido mejorar la vida? Eso es lo que realmente le motiva.
El emprendedor social es una persona obsesionada por conseguir un impacto social a gran escala; que conoce muy bien el problema social que está tratando de resolver (lo ha sufrido en carne propia o ha estado muy cercano a él) y por eso es capaz de identificar algunas de las causas que hacen que el problema se enquiste y propone modelos y soluciones reales, innovadoras, diferentes. El emprendedor está totalmente obsesionado y apasionado con lo que hace, hasta el punto de olvidarse de sí mismo y estar dispuesto a poner su vida al ser-vicio de algo mucho mayor, del bien común, de la sociedad.
El emprendedor social está absolutamente comprometido con su visión y no descansa hasta verla convertida en una realidad, hasta que su innovación se transforma en el estándar del nuevo sistema. Trabaja, prueba, corrige, ajusta y mejora la solución que plantea, hasta conseguir que su visión de cambio social se lleve a cabo. El 85% de los emprendedores sociales de Ashoka consiguen que su innovación se convierta en el estándar del nuevo sistema.
Creo que un par de ejemplos resultarán útiles para entender qué es un Emprendedor Social:
Actualmente más de dos mil millones de personas viven sin acceso a electricidad. Esto plantea problemas que desde nuestra cómoda existencia no nos podemos imaginar; llevar la electricidad a las zonas rurales remotas del planeta, no solo sería un avance importante para la economía, transformaría la educación, la atención a la salud, la producción agrícola y el modo de ganarse la vida. En Brasil, Fabio Rosa ha conseguido llevar energía a más de un millón y medio a un coste un 80% más barato de lo que cobraban las empresas eléctricas. Esto ha reducido de manera drástica el éxodo a las favelas. Sus innovaciones se han extendido a 23 países en Latinoamérica, Asia y África.
Influido por el trabajo de Fabio, el expresidente Lula anunció el programa “Electricidad para todos”, que promulga que todos los brasileños deben tener acceso a la energía en el año 2015, convirtiéndolo en un derecho universal para todos los ciudadanos del país.
En otra parte del mundo y enfocándose en una problemática completamente distinta, Mary Gordon ha diseñado un modelo de intervención eficaz y muy económico para dar la posibilidad a miles de niños a que puedan practicar empatía y desarrollar otras habilidades emocionales. Usando un bebé de la comunidad, que se convierte en el profesor, los estudiantes (generalmente niños y niñas de 8 a 10 años) tienen que ir entendiendo al bebé. En muchas ocasiones, es la primera vez que se le pide a un niño que se ponga en la piel de otro y que trate de adivinar qué le puede estar pasando, qué puede estar sintiendo. Esta simple intervención una vez al mes durante un año está teniendo resultados sorprendentes en las cifras de bullying y otros indicadores.
El programa de Mary está consiguiendo que reconocer, entender y manejar las emociones propias y del otro se con- vierta en una asignatura del currículo oficial en las escuelas de muchos países para poder cubrir la creciente demanda sobre este tema.
Ashoka España
Lancé Ashoka España hace ocho años. Los comienzos no fueron fáciles. Aun- que ahora nos parezca mentira, en el año 2004 en nuestro país aún había que explicar qué significaba la palabra Emprendedor, aclarar que no necesariamente se refería a un empresario de negocios, que era más una actitud vital, una habilidad que cuanta más gente la tenga más colaborativa, democrática y justa será nuestra sociedad.
Cuando trataba de recabar los apoyos locales para lanzar la organización en España, la gente me decía que no pensaba que estas personas existieran aquí, porque los problemas los resolvía el gobierno y además aquí no éramos emprendedores, que los emprendedores sociales solo surgían al ver las necesidades no cubiertas de los países en vías de desarrollo.
Después de ocho años, hemos demostrado que existen emprendedores sociales en nuestro país trabajando para resolver temas fundamentales como la violencia de género, la falta de red y apoyos para los inmigrantes, la educación emprendedora, el ocio inclusivo de las personas con discapacidad, la lucha contra la pornografía infantil, la agricultura ecológica, etc.
Personas que nos demuestran cada día qué significa ser un changemaker (impulsor de cambios). Personas que decidieron que querían intentar cambiar el mundo, contribuir a la resolución de algún problema que les preocupaba especialmente; hombres y mujeres que no eran capaces de quedarse con los brazos cruzados ante las injusticias que veían.
Como por ejemplo, Faustino Zapico quién está cambiando el modelo de prisiones en España; eliminando la sub- cultura carcelaria que convierte a las prisiones en escuelas de delincuencia. Allí donde la ley del silencio, el enfrentamiento y la falta de confianza han sido tradicionalmente las actitudes imperantes, ahora están dejando paso a la confianza, y los valores positivos se transmiten a través de microsociedades educativas, cogestionadas por los inter- nos y los trabajadores de la prisión; son las denominadas Unidades Terapéuticas y Educativas (UTE).
Basado en el trato humano, el modelo de Faustino recrea la sociedad a pequeña escala y, así, permite a los internos aprender a vivir como lo harían fuera de la cárcel, creando el escenario ideal para que se dé la transmisión de valores, actitudes y habilidades imprescindibles para una reinserción satisfactoria en la sociedad.
En las UTE se redefinen los roles de internos y funcionarios, desde la relación tradicional “guardia-preso” basada en el conflicto y el enfrentamiento, hasta una relación “interno-terapeuta”. Los funcionarios de prisión adquieren responsabilidad como tutores de grupos de internos. De este modo, funcionarios e internos rompen la desconfianza que había dominado sus relaciones y aprenden a trabajar en una dinámica de equipo responsable de la gestión de un espacio de vida saludable, donde se puede dar una educación en valores y habilidades.
Los internos en las UTE también “devuelven” algo a la sociedad a través de iniciativas propias como compartir sus experiencias con estudiantes, profeso- res y padres en programas de visitas escolares. Animan a los jóvenes a encontrar soluciones a sus problemas que no incluyan las drogas o la violencia. Más de 20.000 jóvenes y adolescentes han participado y experimentado una transformación de la conciencia sobre sus patrones de comportamiento, reflexionando sobre las consecuencias que algunas acciones pueden llegar a tener (como el consumo de drogas, las peleas o los pequeños robos).
Las UTE han demostrado una disminución drástica de las tasas de reincidencia. En 2011, el modelo desarrollado por Faustino en la prisión de Villabona se ha implantado en otras 15 prisiones en España al haber sido asumido como Buena Práctica por la Secretaría Gene- ral de Instituciones Penitenciarias del Gobierno de España.
Otro de nuestros emprendedores sociales españoles, José Manuel Pérez, más conocido como Pericles, está construyendo una nueva cultura emprendedora entre jóvenes insertando su “Cadena de educación para emprender” dentro del currículo oficial de los colegios. Sus programas empiezan desde los 3 años, y progresivamente continúan hasta la Universidad.
Miles de estudiantes han atendido al menos uno de sus cursos en la escuela. Unos 40.000 lo hacen anualmente. Desde el año 2001 más de 2.000 cooperativas han sido creadas por estudiantes en España, gestionadas por jóvenes de tan solo 15 años.
Ha sido galardonado como “Mejor Práctica” por parte de la UE, precipitando su expansión en España, Europa y Latinoamérica.
O Isabel Guirao, quien ha desarrollado un modelo que empodera a las personas con discapacidad intelectual para que gestionen y dignifiquen su propio ocio, mejorando la calidad de vida de estas personas y de sus familias. Mientras el modelo tradicional se centra en el cuidado y tratamiento aislado de las personas con discapacidad intelectual, Isabel está promoviendo maneras y modos de integrarlos a las comunidades en las que viven, involucrando a una red ciudadana de voluntarios y profesionales que participa y comparte su ocio con ellos.
En España, las personas con discapacidad intelectual son, hoy en día, un colectivo mudo e invisible. Mudo por- que tradicionalmente no han tenido oportunidad de opinar por sí mismos; generalmente han sido sus familias las que han hablado y decidido por ellos. E invisibles porque no participan en la comunidad en la que viven, en los espacios dedicados a la ciudadanía. Piénsenlo, ¿con cuántas personas con discapacidad intelectual se encuentran en los bares, en el cine, en la piscina…?
Haciéndoles parte visible y activa de sus comunidades, Isabel está promoviendo su participación como ciudadanos plenos para que puedan ejercer sus derechos de autodeterminación y representación.
El modelo de ocio inclusivo creado por Isabel ha sido legitimado e impulsado por la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS), y está siendo adoptado por muchas de sus organizaciones.
Otro emprendedor social, dibujante y arquitecto, Peridis, desarrolló un modelo para promover el empleo de jóvenes en riesgo de exclusión y el desarrollo local a través de la recuperación del patrimonio cultural. Usando recursos que ya existían (los edificios y el subsidio de desempleo), Peridis ha conseguido crear un sistema mediante el cual se han rehabilitado decenas de edificios históricos mientras se enseñaba a los jóvenes un oficio. Casi un millón de jóvenes han encontrado una oportunidad de inserción social y laboral a través de las Es- cuelas Taller tanto en España como en 17 países de América Latina.
O Albert Jovell que está redirigiendo el sistema de salud pública hacia los pacientes para asegurar una atención integral y de calidad. Lo hace abriendo espacios de representación para los pacientes en los ámbitos de toma de decisión del sistema de salud; mejoran- do la información disponible para los pacientes de enfermedades crónicas sobre su enfermedad y tratamientos, lo que además posibilita una comunicación más f luida entre paciente y médico. Para conseguir una transformación completa, Albert involucra también en todos sus esfuerzos a los profesionales de la salud y de las administraciones públicas. A través del Foro Español de los Pacientes y de la Universidad de los Pacientes, Albert está permitiendo la democratización de la sanidad pública, y mejorando la experiencia del paciente con su enfermedad y tratamiento.
Como ven, emprendedores sociales están ya impactando de manera muy positiva en nuestra sociedad, en temas muy importantes, y Ashoka España es hoy una realidad, avalada por el prestigioso reconocimiento del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación 2011 a Bill Drayton, fundador de Ashoka por su contribución a la creación y difusión del campo del Emprendimiento Social y por crear la mayor red de emprendedores sociales innovadores del mundo.

El trabajo de Isabel Guirao, fomentando el ocio inclusivo de las personas con discapacidad intelectual.
Ashoka en el mundo
Ashoka actualmente cuenta con una red de 3.000 emprendedores sociales en 71 países. Desde que Ashoka seleccionó a su primera emprendedora, en la India en 1981, nos hemos centrado en apoyar a los ES, allí donde la innovación fuera necesaria. En ciudades enormes y súper pobladas, en zonas rurales; en democracias estables y en naciones en transición, en mercados emergentes y en economías industrializadas, en cualquier parte del mundo los emprendedores sociales de Ashoka están transformando sus sociedades.
El Impacto de los ES de Ashoka es impresionante. Después de treinta años de haber sido seleccionados por Ashoka, el 71% ha conseguido influir en política pública, el 83% sigue trabajando en su idea, el 86% son considerados líderes en su campo de acción y el 93% ha visto como su idea era copiada e implementada por otras organizaciones.
Después de treinta años apoyando a los mejores emprendedores en el mundo, somos conscientes que si queremos lograr una sociedad con menos problemas sociales y más justa, es necesario involucrar a mucha más gente en la resolución de estos retos. La velocidad con la que los problemas crecen, cambian, se multiplican, hace imposible que unos pocos, por muy excelentes que éstos sean, puedan resolverlos. Somos todos y cada uno de nosotros los que podemos y debemos implicarnos para cambiar lo que no nos gusta. Desde Ashoka, queremos lograr una sociedad donde mucha más gente sea changemaker.
Pero, ¿esto de una sociedad de changemakers cómo se consigue? ¿Cómo hacemos que cada vez más gente se sienta con la capacidad, el apoyo y la libertad de poder hacer algo positivo por su comunidad? ¿Cómo conseguimos una sociedad emprendedora que se centre en aportar soluciones a sus problemas y retos?
Haber estado en el centro de todo el movimiento del emprendimiento social en el mundo, apoyando a emprendedores que generan grandes cambios, y en- tendiendo los elementos fundamentales del cambio social nos ha permitido adquirir un entendimiento de las palancas que son necesarias para conseguir cambios estructurales a gran escala. Vemos patrones y tendencias que nos indican donde es necesario intervenir, qué áreas están preparadas para un cambio y cómo acelerarlo.
Ashoka se ha convertido en un “identificador de tendencias” entendemos lo que va a pasar, lo que se debería hacer y gracias al trabajo de nuestros emprendedores, tenemos algunos de los “cómos” para conseguirlo. No se trata de teorizar, pronosticar o asesorar, en Ashoka estamos para hacer, demostrar, influir, y acompañar procesos de transformación a gran escala.
Para conseguir esta sociedad de changemakers, estamos trabajando en tres líneas para lograr que cada vez más personas se involucren, sean verdaderos changemakers.
Somos conscientes que el cambio que pretendemos es una multiplicidad de factores interrelacionados, pero como había que empezar por algún sitio, lo hemos hecho por aquellas áreas que a nuestro juicio tienen un mayor apalancamiento y efecto demostración: el trabajo con los jóvenes para que adquieran las importantes habilidades de empatía y capacidad emprendedoras y ayudar a remover las barreras para conseguir una colaboración exitosa entre empresas y el sector social. Ahora les explicaré por qué:
- Seguimos convencidos de que tenemos que seguir apostando y apoyando a los emprendedores sociales innovadores. Su capacidad de transformación y sus ideas innovadoras nos dan soluciones reales a problemas actuales. Ellos guían nuestro trabajo, nos ayudan a identificar retos futuros, tendencias sociales y lo más importante, son únicos en resolver problemas a gran escala, con el mayor impacto posible en el mayor número de personas posible. Además su labor siempre consigue activar e involucrar a miles de personas en sus comunidades, para que se conviertan en actores del cambio y no sean meros recepto- res de sus ayudas.
- Pero además de seguir seleccionando a los emprendedores sociales más innovadores, Ashoka está pasando a una fase más proactiva, donde estamos coordinando a muchos de nues- tros emprendedores para que colaboren entre sí, facilitando alianzas estratégicas con empresas, etc.
Uno de los ejes en los que estamos trabajando es la Empatía, sin ella no se- remos capaces de llegar a nuestra visión de que cada vez más gente sea un chagemaker. No es posible conseguir una sociedad donde la gente quiera ayudar a resolver los problemas sociales que les afectan si no tienen un alto grado de empatía. La empatía es una habilidad con la que los humanos nacemos, pero hay que desarrollarla, practicarla. Es la habilidad de entender lo que el otro está sintiendo, y que nos ayuda a guiar nuestros comportamientos para que contribuyan a un cambio positivo.
Es fundamental para la visión que buscamos que cada vez más ciudadanos entendamos que lo que está al- rededor nuestro nos afecta; tenemos que ser capaces de sentir el sufrimiento del otro para querer resolverlo… sentir de verdad en mí el problema del otro, hace que se desencadene una necesidad de hacer algo para ayudar- le… para una sociedad como la que queremos, es crítico que sus ciudadanos sean empáticos.
El paso más importante para conseguirlo es asegurarse de que todos los niños pueden practicarla. Sin ella, el niño hará daño, será marginado y nunca será capaz de unirse a otros para crear un cambio positivo para la sociedad.
Estamos trabajando con varios emprendedores sociales alrededor del mundo, como Mary Gordon a la que me he referido anteriormente, que tienen estrategias eficientes y eficaces para compartir con los colegios y organizaciones educativas.
- Por otra parte, después de haber entrevistado a miles de emprendedores al- rededor del mundo, hemos aprendido que las probabilidades de que alguien llegue a ser emprendedor se multiplican si tienen la suerte de poder serlo en su adolescencia (en esos momentos en los que se empieza a ser la persona que serás). Es tan satisfactorio poder poner un proyecto propio en marcha, darse cuenta de lo que significa llevar a cabo una visión personal e involucrar a otros en tu aventura, que una vez este joven lo ha probado, nunca dejará de hacerlo, aunque luego decida meterse en una organización o empresa… siempre tendrá el carácter emprendedor que le animará a tomar iniciativa, a participar, a enfrentarse a los retos de manera diferente, etc.
En Ashoka estamos convencidos que si queremos una sociedad de changemakers, tenemos que conseguir que nuestros jóvenes sean emprendedores y para conseguirlo hay que animarles a hacerlo cuanto antes.
Para ello el programa de Ashoka Jóvenes Changemakers apoya la creación de iniciativas sociales creadas por jóvenes de entre 12 y 20 años, que quieren tener un impacto positivo en su comunidad. Es una experiencia transforma- dora. Un estudio realizado por Booz Allen dice que el 44% de los jóvenes que participaron en el programa están más interesados por la escuela; el 65% participan en más actividades extraescolares; el 75% pasa igual o más tiempo en sus tareas del colegio mientras lideran sus incitativas. Los jóvenes comentan que la experiencia les ha permitido sentirse más seguros, más conscientes de lo que pasa a su alrededor, más motivados y han conseguido desarrollar habilidades de liderazgo, trabajo en equipo etc.
Hasta la fecha se han apoyado más de 5.000 equipos de jóvenes en 18 países, enfocándose en problemáticas y necesidades muy diversas, desde servicios de tutorías, hasta academias de danza, festivales de vídeo o campañas educativas contra la diabetes. A través de este pro- grama se ha involucrado a unos 80.000 jóvenes. Algunos ejemplos de estos equipos alrededor del mundo:
- Toquem Fusta (Barcelona): Toni, Estefanía y su grupo del Polinyà del Vallès construyeron una ludoteca móvil para ofrecer espacios de juego y aprendizaje a los niños pequeños de su pueblo. Viendo la falta de lugares donde jugar los niños pequeños del barrio, decidieron hacer algo que pudieran llevar a los lugares donde están los niños. Con su ludoteca móvil están fomentando valores a través del ocio a niños y niñas de todo el pueblo de Polinyà.
- No Más Dengue (Argentina): Emiliano y su grupo desarrollaron su proyecto en la ciudad de Clorinda, provincia de Formosa, en Argentina, donde la pobreza alcanza a más del 70% de la población y son frecuentes las epidemias de dengue, un virus transmitido por la picadura de mosquito que tiene un tratamiento muy costoso y carece de vacuna. Ante eso, un grupo de jóvenes decidieron actuar: realizaron charlas, conferencias, repartieron folletos y prepararon representaciones teatrales callejeras con el objetivo de capacitar a la población para prevenir las causas de la transmisión del dengue. ¡Su iniciativa está siendo replicada en Paraguay!
- No Boundaries (EUA): Con el propósito de cambiar la percepción de que la exploración espacial no es para las niñas, Becca decidió crear No Boundaries, un campamento espacial que divulga las matemáticas y las ciencias entre niñas. El campamento ofrece experimentos y trabajos relacionados con la ciencia, orientados hacia las niñas. El campamento incluye pro- gramas como Astrotots, para niñas pequeñas, Mad Female Scientist, orientado hacia el aprendizaje con experimentos y Love Bugs, un pro-grama ideado para enseñar los beneficios de ciertos insectos.
- Youth4All (Alemania): Lamia, Deniz y Didem se propusieron cambiar la imagen negativa de los jóvenes de ori- gen turco en Berlín. Como guías-edu- cadoras están construyendo vínculos entre jóvenes, profesores y sus padres para crear un entorno más Ofrecen talleres y actividades centradas en cambiar la actitud de los jóvenes desde los mismos jóvenes. Únicos en Alemania, están creando puentes vitales entre diferentes grupos de interés para terminar con la percepción de desigualdad entre personas de trasfondos distintos. Lamia, la fundadora, ha sido invitada a compartir su iniciativa en varios escenarios importantes, incluyendo el último encuentro TEDx de la juventud en Washington DC.
Ashoka espera poder ver pronto cómo centenares de miles de jóvenes se responsabilizan de los cambios que desearían ver en la sociedad. Nuestro objetivo es lograr una masa crítica de jóvenes que manejen bien esta habilidad. Cuando cualquier país haya alcanzado este punto donde un número significativo de población sea impulsor de cambios, no habrá marcha atrás.

El trabajo de Mary Gordon permitiendo que niños puedan practicar la empatía en la clase, gracias a la ayuda del “instructor” (un bebé de la comunidad).
Empresas y sector social
Otras de las áreas en las que Ashoka se está enfocando, para aprovechar su experiencia y su red, es en remover las barreras que generalmente impiden una colaboración exitosa entre empresas y sector social.
Históricamente los negocios y las organizaciones de la sociedad civil se han ignorado mutuamente. Las Cadenas Híbridas de Valor los unen. Es un modelo comercial que combina el poder de los negocios y las organizaciones sociales que genera un cambio irreversible en las relaciones de los dos sectores que libera mercados a una escala lo suficientemente grande para transformar industrias enteras.
Las empresas tienen los recursos, producen los productos y servicios, tienen la capacidad operativa y logística y la escala, tienen acceso a capital, etc. Las organizaciones del sector ciudadano tienen el conocimiento de las comunidades y los consumidores, la posibilidad de agregar demanda, tienen grandes redes locales y el respeto y confianza de estos colectivos.
Se requieren soluciones a GRAN ESCALA para erradicar la pobreza. La mitad del mundo –aproximadamente tres mil millones de personas– viven con menos de dos dólares al día. Un sexto de la población mundial vive en barrios pobres de grandes ciudades. 30.000 niños mueren cada día debido a la pobreza.
Ashoka está convencida de que necesitamos involucrar a la empresa en estos desafíos. Si no, nunca conseguiremos resolver estos problemas gigantes que nos acechan.
Es ingenuo pensar que empresas y ONG’s pueden seguir trabajando cada una por su lado, sin colaborar.
El primer incentivo para las empresas debería ser el tamaño del mercado de bajos ingresos (más de cuatro billones de dólares).
Si somos capaces de romper barreras y dejar de trabajar en silos podremos terminar con la exclusión de los mercados globales que afecta a dos tercios de la población mundial y podremos catalizar acciones por parte de los gobiernos, empresas y organizaciones sociales para crear las condiciones en las que todos los ciudadanos alcancen una ciudadanía económica plena.
Si lo conseguimos, millones de personas que viven en condiciones deplorables, se transformarán en familias y comunidades independientes, activas y más sanas. Se generarán billones de dólares de una demanda actualmente no cubierta.
Con este modelo de cadenas híbridas de valor todos ganan.
Los clientes ganan porque consiguen acceso a productos de calidad adaptados a sus necesidades y su capacidad de compra, sea materiales de construcción o seguros de vida.
El sector social gana porque consigue un modelo sostenible para lograr un impacto a gran escala que beneficie a su población objetivo.
El sector empresarial gana porque se crean nuevos productos y servicios que incrementan su rentabilidad a la vez que obtienen un impacto social.
Ya hay algunos avances. Se están generando nuevos productos y servicios gracias a las colaboraciones que Ashoka está impulsando entre diversas multinacionales y emprendedores sociales. Nuevos modelos de vivienda en colaboración con HILTI en Brasil, India y Egipto para dar acceso a una vivienda digna a millones de habitantes de favelas y slums.
Nuevos sistemas de regadío adaptados a los pequeños productores, que están consiguiendo una mayor rentabilidad por metro cuadrado cultivado, gracias a la colaboración con emprendedores sociales, AMANCO está consiguiendo una demanda agregada y un canal de venta sin el que sería imposible llegar a este mercado tan atomizado y poco rentable, a nivel individual de cada agricultor.
Desde Ashoka estamos impulsando y facilitando estas colaboraciones para que sirvan de casos de éxito y que otras empresas y organizaciones del sector ciudadano se animen a hacerlo también. Nuestro objetivo es un mundo en el cual las organizaciones del sector ciudadano y las empresas colaboren, compitan y aprendan a servir a los mercados de bajos ingresos con nuevos modelos comerciales.
Un mundo en el cual cada ciudadano participa y se beneficia de productos y servicios proporcionados por la economía formal de tal manera que sus vidas mejoran.

Jóvenes que participan en el programa Youth Venture, que promueve el emprendimiento social juvenil.
Estos son tres programas en los que Ashoka está invirtiendo tiempo y esfuerzo para ir acercándonos a esa sociedad de changemakers.
Sabemos que nuestra visión no es fácil de alcanzar, pero también que no es una utopía. Los medioambientalistas lo han conseguido. Hace treinta años ya empezaron a decir que proteger el medioambiente era responsabilidad de todos. Y hoy en día esta es una idea aceptada y asumida por muchos. Al menos todos sabemos que tenemos un papel importante en la protección del medioambiente, y estamos preocupados en minimizar este impacto.
En Ashoka estamos convencidos de que en poco tiempo, entenderemos y se- remos conscientes de nuestro papel en la resolución de los problemas más im- portantes de nuestras sociedades.
Y este es el objetivo que perseguimos en Ashoka España. Promover una sociedad de changemakers, formada por personas que quieren implicarse, hacer algo, participar en la trasformación social. Personas que se sienten con la capacidad, el apoyo y la libertad de hacer algo positivo por su comunidad. Impulsar una sociedad emprendedora que se centre en aportar soluciones a sus problemas y a sus retos.
Para realmente conseguir este sueño de lograr que España se convierta en una Sociedad de changemakers, necesitamos de todos vosotros. Si os gusta la visión que perseguimos, uniros en este movimiento global que estamos poniendo en marcha.
A continuación os propongo algunas ideas, seguro que a vosotros se os ocurren muchas más:
- Podéis convertiros en changemakers. Identificad cosas que no os gustan, que os parecen injustas, que queráis ayudar a resolver y hacedlo… veréis lo maravilloso y satisfactorio que es llevar a cabo un proyecto propio.
- Podéis convencer al colegio de vuestros hijos para que promuevan una educación más emprendedora, con lo que les estaréis dando las herramientas que necesitan para su futuro y a la vez contribuyendo a una sociedad más preparada a enfrentarse a cualquier reto y aprovechar mejor sus oportunidades.
- Podéis intentar conocer y colaborar con Emprendedores sociales… os contagiaréis de su entusiasmo, energía y pasión por lo que hacen!
- Apoyad a Ashoka.
- Uniros al grupo de Ashoka Support Network (ASNers), personas que nos apoyan económicamente y con su tiempo para hacer posible nuestra labor.
- Hablad de nuestra visión a vuestras empresas, lograd que se interesen por nosotros, que nos llamen para encontrar fórmulas de colaboración.
- Hablad de lo que estamos tratando de conseguir a vuestros amigos, vuestras familias, para que cada vez seamos más los que soñemos algo parecido.
Hay mucho por hacer, el país realmente lo necesita y os garantizo que es difícil que encontréis algo en lo que vuestro apoyo consiga un mayor impacto.
Imagen de portada: Toquem Fusta, organización española que se dedica a montar actividades móviles dirigidas a los más pequeños que no tienen espacio para la diversión en su barrio.
Este artículo fue publicado en el volumen 4 de la Colección Ciudades Creativas (2012) de Fundación Kreanta correspondiente a las IV Jornadas Internacionales Ciudades Creativas organizadas por la Fundación Kreanta y el Ayuntamiento de Madrid los días 24, 25 y 26 de noviembre de 2011.